viernes, 28 de diciembre de 2007

Grecia ( parte I )







Aquí nos adentramos de lleno en un contexto distinto, una atmósfera y un clima marcados por la presencia del mar como elemento constitutivo. Estamos ante la presencia de culturas marítimas que basan su comercio y su tráfico principalmente en la navegación. Productos, animales, mercancías, incluso ideas viajan y surcan los mares hasta encontrar nuevo destino a través de poderosas flotas de navegación en un ir y venir constantes.

El arte de estas culturas marítimas va a poseer cualidades particulares, como el movimiento, la serialidad, cierta ligereza y libertad en el estilo de representación, además de un colorido vibrante y energético.

Nuestra atención se fijo en los Griegos, aunque no esta demás mencionar a la civilización Minoica ( Creta 3000 adc – 1200 adc app) quienes antes que sus vecinos ya fijaron una pauta artística marcada por la belleza, la delicadeza, el movimiento y la fortaleza de sus símbolos.

Organizados en ciudades estado ( polis) los griegos ( que ya tienen antecedentes hacia el 3200 adc) solo lograron la unidad bajo el mandato de Alejandro Magno. Cada ciudad estado era una unidad política y económica independiente: Atenas, Cartago, Esparta, Olimpia son sólo algunos ejemplos de polis griegas. Lo que sí hay algo muy común en todas ellas, las mismas divinidades rigen sus preceptos religiosos, se dan formas similares de gobierno y además comparten similitudes de estilo en sus distintas manifestaciones artísticas.

Los Griegos, tan conocidos por sus dioses, su teatro y su filosofía, partieron al igual que todas las civilizaciones de la historia, como un grupo desordenado de distintos pueblos ( aqueos, dorios, jonios, eolios) que conforme fueron pasando los años, fueron adquiriendo una identidad más definida. Esta primera etapa que se conoce como la era oscura de los griegos, es una etapa normal, que de oscura no tiene nada, es como todos los inicios: un tanteo de estilos, un laboratorio en que se van probando distintas formulas hasta dar con la mezcla perfecta.

Esta primera época del arte griego se conoce como época arcaica ( siglo VII-VI adc), aquí priman las representaciones artísticas de un estilo muy severo, un estilo marcado por la rigidez y el hieratismo. En este contexto aparecen las figuras de los kouros, representaciones escultóricas masculinas, que se piensa mayoritariamente corresponden a figuras de atletas participantes de los primeros juegos deportivos, los vencedores. Los kouros se presentan plenamente desnudos, erguidos, en posición hierática, también dan un paso al frente, de hecho constantemente se plantea la similitud de estilos con la escultura egipcia. Los cuerpos no son perfectos en la proporción, músculos y tendones parecen retratados de forma poco natural, muy marcados. Sin embargo hay un detalle que no deja de ser llamativo: los rostros de estos personajes presentan una leve sonrisa, una sonrisa tipo “ búdica”( por la sonrisa que presenta el rostro de Buda en sus distintas representaciones). Hay quienes piensan que en este momento los artistas griegos pueden haber sido influenciados por maestros provenientes de el oriente. Otros sencillamente se quedan con la teoría que este gesto amable y simpático tiene mas relación con el carácter propio de las culturas marítimas del mediterráneo, mas conectadas con la libertad y la expresión.
Las korés vienen a ser el tipo de representación escultórico femenino, ellas se presentan vestidas, con ricos y elaborados peinados y presentan cualidades propias de lo femenino, una gestualidad más amable y un poquito mas de movimiento especialmente en los brazos. Ellas son la representación de jóvenes sacerdotisas entregadas al culto del templo.

Se han encontrado rastros de pintura en estas esculturas y después de muchas investigaciones se ha llegado a la conclusión de que la escultura en el mundo griego en un amplio porcentaje era pintada con bellos colores en una búsqueda de realismo semejante al del mundo egipcio.

Por otro lado la cerámica adquiere con los griegos un valor que trasciende lo meramente funcional. Desde un primer momento en que lo geométrico predomina por sobre todas las otras características, los griegos supieron plasmar en este arte funcional una fuerte dosis de elemento artístico. Después la cerámica se transforma en un soporte magnífico, que ya en si posee la belleza dada por la forma de las piezas. Bellas pinturas la decoran, en ellas se cuenta la historia y las aventuras de dioses y héroes griegos, todo esto en un bello estilo, algo dramático por momentos dados los colores utilizados en la pintura: amarillo o anaranjado en contraste con negro y viceversa. La historia mítica de los griegos esta contada en su cerámica como en un libro abierto.


Hacia el siglo V AdC Grecia entra en un período de esplendor. La política, la economía, las artes, la filosofía, el teatro y las ciencias se llenan de nombres gloriosos. De hecho se habla de este siglo como el siglo de las luces, un período de la historia griega marcado por la presencia de un personaje, un estadista llamado Pericles. Gran defensor de los artistas, amigo de filósofos y diestro gobernante, Pericles ( 495 adc – 429 adc) supo organizar la polis ateniense y hacer que de ahí surgieran las mentes más brillantes de la historia, un fenómeno al que solo se puede comparar el del renacimiento florentino del siglo XV y XVI.

Es imposible entender el arte clásico de los griegos sin nombrar la filosofía. De alguna forma la filosofía es la que nutre el pensamiento de los artistas de este período. El diálogo entre pensamiento y forma es llevado magistralmente a cabo en este momento. Se dice que la filosofía griega logró algo importantísimo en la antigüedad: El paso del “mito” al “logos”, el paso del caos existencial al pensamiento racional. Un paso difícil ya que los antiguos griegos explicaban toda la existencia y sus distintas manifestaciones a través del mito, historias que hablaban del origen de las cosas, del porque de esto y de esto otro, pero que a la larga eran solo aproximaciones a eso que todo hombre - pensador busca, la tan esquiva verdad.

Las primeras preguntas de los filósofos griegos surgieron de la simple observación, preguntas que estaban ligadas a cuestiones de orden biológico, luego vino el momento de las preguntas complicadas, cuestionamientos que tenían que ver con el sentido de la existencia, del porque estamos en este mundo. La belleza, el arte, la política, la ética, la estética, la ciencia, todo fue analizado por el pensamiento filosófico y cada escuela filosófica contribuyó con una visión distinta.

La escultura griega de este momento representa fielmente esta situación. Escultores como Fidias, Cálamis, Mirón, Policleto ( quien dió con el canón de proporciones ideal, 7 cabezas) Lisipo, Escopas y Praxiteles solo por mencionar a los más reconocidos, reflejan en su concepción artística características como:
Belleza ideal, proporción, serenidad, todo esto con un tratamiento del material elevadísimo. En esta época los escultores griegos dan con el tan anhelado canon de proporciones, lo que significa un avance tremendo en términos de la representación. Todas estas herramientas y avances sirvieron para que en la materia se encarnara algo mas que el simple hecho de hacer algo “bonito”. La belleza física, la belleza material de las esculturas griegas esconde un hecho mucho más profundo y es que esa escultura, esa manifestación de la materia termina siendo la representación de un ideal, una escultura bella es igual a un ideal bello, por eso se aspira a la belleza como un bien tan preciado, por eso se la busca tan afanosamente.
Las temáticas tienen que ver directamente con el nutrido panteón de dioses, Apolo, Afrodita, Dionisio, Atenea etc, surgen de la piedra con actitudes humanas, los dioses de alguna forma aterrizan entre nosotros, la distancia entre ellos y nosotros se acorta, pese a que muchas veces su insuperable belleza nos diga que son inalcanzables.

Después la escultura entrara en una fase distinta en donde prima el realismo y el dramatismo de las actitudes. Cierto velo trágico se transparenta en las distintas esculturas, las temáticas también cambian, aparecen personajes nunca antes vistos: viejos, deformes, guerreros vencidos, niños, animales, incluso temáticas como la de los hermafroditas. Esta época es denominada como Helenística y coincide históricamente con el gobierno de Alejandro Magno ( 356 adc – 323 adc) quién logró por cierto tiempo dar una unidad a las polis griegas y formar un verdadero imperio.

















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